Ciudad de México, 20 de marzo de 2021.- Bionaut Labs una empresa emergente de Los Ángeles está desarrollando minúsculos dispositivos para atacar enfermedades, como ciertos tipos de tumores cerebrales, con una milimétrica precisión.
Estos microrrobots, que se controlan remotamente de manera magnética, podrán ser insertados en la columna vertebral o en el cráneo de los pacientes para entregar la dosis exacta de medicamento que precise la dolencia en ese justo momento.
La idea es desarrollar una manera precisa de llegar a zonas del cuerpo humano difíciles de alcanzar. Estamos comenzando por el cerebro, pero se usará para otras partes y brindará el tratamiento con un nivel muy alto de precisión y seguridad, que no se puede hacer hoy en día”, expuso el consejero delegado de Bionaut Labs, Michael Shpigelmacher.
Para el equipo de físicos, médicos, biotecnólogos y matemáticos el primer objetivo es atacar con los microrrobots a los tumores cerebrales, que son “particularmente difíciles” de tratar con la tecnología actual, ya que la radiación y la cirugía en la cabeza pueden causar daños severos e irreversibles.
Estos microrrobots se caracterizan por ser capaces de administrar medicamentos directamente en el tumor, sin afectar a cualquier otra parte del cerebro, lo cual es un gran avance científico.
Shpigelmacher, formado en física, matemáticas, finanzas y ciencias de la computación, y su equipo decidieron enfocarse en el tratamiento de gliomas del tronco encefálico, un tumor pediátrico “incurable”.
Estamos trabajando para lograr liberar quirúrgicamente la carga útil del medicamento en el tumor para encogerlo o destruirlo”, apunta el cofundador con seguridad.
Otros usos
En caso de que este tratamiento para combatir el glioma supere los ensayos clínicos, previstos para 2023, Bionaut Labs espera expandir su tecnología a otras enfermedades que afectan al sistema nervioso central, como la enfermedad de Huntington, en la que las neuronas se degeneran con el transcurso del tiempo, o otras áreas del cuerpo de complicado alcance, como el interior del ojo.
La tarea es “sencilla” a ojos de Shpigelmacher, dentro de la complejidad existente. En sus palabras, estos robots “de menos de un milímetro” se pueden controlar remotamente mediante un campo magnético aplicado “externamente”.
El artilugio se introduce en el cuerpo usando una aguja estándar y, luego, accedemos a la imagen en tiempo real del sistema nervioso central usando fluoroscopia y vemos cómo movemos el microrrobot a través del tejido cerebral de manera remota”, cuenta el experto.
Con información de (AMX Noticias)